lunes, 7 de julio de 2008

Pingyao

Pingyao no defraudó.
El viaje no empezó demasiado bien ya que el tren cama chino no es el medio de transporte más confortable para tirarse 12 horas. Así que dormimos lo que buenamente pudimos y por la mañana a las 8 de la mañana llegamos a Pinyao.
El tiempo tampoco acompañaba y estaba chispeando un poco, menos mal que un coche eléctrico nos esperaba a la salida de la estación para llevarnos hasta nuestro hotel: una casa antigua china restaurada en hotel en el centro de Pingyao. Desayunamos en el bufe libre del hotel y las cosas empezaron a tener mejor color.
Salió el sol y nosotros con él a la calle. Aquí podéis ver una foto hecha desde la puerta de nuestro hotel.

Nos disponíamos a comenzar a caminar sin dirección alguna por las intrincadas calles de Pingyao cuando un sujeto de aspecto sospechoso, con una bicicleta que bien podría haber pertenecido a Mao, se nos acercó y nos ofreció hacernos de guía por un módico precio.

Lo aceptamos aun y cuando las madres no estaban nada convencidas. Pero claro, esto es China y no el Bronx, y aunque hay que ser astuto, aun te puedes fiar de las personas.
El señor Liu es un hombre que vive en Pingyao extremadamente pobre (lo sé porque nos enseñó su casa). Pero el señor Liu es espabilado y hace 10 años decidió aprender inglés oyendo la radio y leyendo un par de libros que encontró y ahora se decida a hacer tours por Pingyao. Tiene en su casa un cuaderno donde hace firmar a todas las personas a las que les ha hecho el tour, y no son pocas. Además para captar a los clientes el señor Liu tiene varias tarjetas en muchos idiomas donde las personas a las que les ha hecho el tour han escrito sus impresiones y recomiendan sus servicios.
La verdad es que nos ayudó mucho, nos enseñó lugares atípicos, además de los típicos, nos asesoró en nuestras compras y nos consiguió un medio de transporte para la vuelta a la estación de Taiyuan mucho más barato que el del hotel.
Un tipo listo el señor Liu.

El resto del día lo pasamos recorriendo Pingyao de la mano del señor Liu, al que parecía conocer todo el mundo en el pueblo. Visitamos templos, casas, la muralla, museos y por la noche nos consiguió unas entradas para una representación muy bonita en el teatro de Pingyao.

En la escuela de KungFu de Pingyao

Templo Budista/Taoista en Pingyao
Torre de la campana

Patio de casa antigua

Muralla de Pingyao

Muraya de Pingyao

Muralla Pingyao
Puerta Pingyao

El segundo día teníamos varias opciones, hacer una excursión que nos organizaba el hotel o ir con el señor Liu a un sitio que, según él, era una pasada y no iba mucha gente.
Así que visto lo visto (y los precios) el sitio del señor Liu era una apuesta segura...y no defraudó.
Nos llevó a ver los castillos de la familia Wang, unas enormes fortalezas en las que hace a penas 20 años aun vivía la familia Wang a la cual le fueron expropiadas las tierras sin darles nada a cambio.

Nuestras habitaciones

En el castillo de la familia Wang: puente que pasaba de una fortaleza a otra (constaba de 3 fortalezas amuralladas unidas por puentes entre si)
Castillo de la familia Wang

Mi madre huyendo de la marabunta china y el señor Liu partiéndose de risa al verla

Vista de uno de los castillos

Gracias especiales al señor Liu. Totalmente recomendado:
Aquí os dejo su dirección:
Mr. Liu Wei Zhang
138 Cheng Huang Miao St
Pingyao, Shan xi, China
Tel: 0086 0354 5685116
Mob: 0086 13735429854

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