domingo, 15 de junio de 2008

Xi'an

En el post de HK dije que el siguiente viaje sería a Pinyao, pero como el hombre propone y Dios dispone el siguiente viaje ha sido Xi'an porque unos amigos se iban allí a pasar el puente de Junio y nos apuntamos al grupo.



Primera parada obligatoria en Xi'an, los guerreros de Terracota. Desde la estación de autobuses de Xi'an se coge el bus que, por 7 yuanes, te lleva hasta la puerta del recinto de los guerreros.










En el complejo de los guerreros de Terracota en medio de las montañas. Se divide en tres pabellones: uno es donde se encontraron los guerreros, otro es un museo y el otro es dónde están los guerreros bien puestos y ordenaditos.






Ordenados construir y enterrar con él, los guerreros de Terracota del emperador Qin Shihuang tienen más de 2200 años.
Originalmente estaban pintados, y su rareza destaca en que cada guerrero tienen un rostro y expresión distinto a los demás. Hablamos de más de 6000 guerreros. Lo gracioso de la historia es que el emperador Qin mandó enterrar con el a todos estos guerreros para proteger su "mundo" subterraneo, es decir, el mausoleo, granjas, tesoros...Además enterró vivas con él a sus concubinas y a los ingenieros que diseñaron la seguridad de la tumba (porque ellos sabían como burlarla.) Qué irónico.

Acabada nuestra visita a los guerreros se nos ocurrió ir al centro a comer, y como no encontrábamos ningún taxi se nos ocurrió la genial idea de coger unos tuktuk (uno de ellos conducido por un travesti). Que qué es un tuktuk? Mirar el video....

Todos llegamos sanos y salvos.
















Por la tarde, después de comer nos fuimos al barrio musulmán porque nos habían dicho que había una mezquita que valía la pena ver.
Los mercados y callejuelas del barrio musulmán, plagadas de tiendecitas, no pueden dejar de recordarme al mercado de Al'khalil en El Cairo. Cuanto menos curioso.










La mezquita fue la sorpresa del día. No diré que es mejor o peor que los guerreros de Terracota, pero desde luego la mezquita de Xi'an, con su estilo oriental, al atardecer de un magnifico día y escuchando el rezo de la tarde, no tiene despercio alguno. Es una visita totalmente recomendada para el visitante de Xi'an.

Y luego de la mezquita,un paseo hasta casa, ducha, unas copas y a dormir.




Segundo día en Xi'an y parece que ya no queda nada por ver. Pero sí queda. Cogemos un par de taxis y nos vamos directos a un mausoleo recientemente descubierto (2006). Parece ser que por estos lares lo de enterrarse con guerreros de barro y ovejas y cerdos, caballos y perros, era bastante normal.



En esta ocasión los pobres soldados eran enanos y sus armaduras y brazos eran de madera por lo que con el paso del tiempo la madera se pudrió y ahora tienen un aspecto bastante siniestro todos sin brazos.




Por la tarde no hicimos nada, algunos se dieron un masaje y luego nos fuimos a cenar a un japonés bastante apañado.

Al día siguiente fuimos a visitar un templo Taoista y dimos una vuelta por las pequeñas calles de Xi'an.


El tempo de los ocho inmortales es un templo taoista situado entre las intrincadas calles del centro de Xi'an.

No es un lugar demasiado conocido entre los visitantes de Xi'an por lo que aun se puede ver como los monjes andan de un lado para otro con escobas hechas de palmas y cuencos de arroz blanco, y la gente va a poner incienso.








Este puentecito tenía dos campanas rodeadas por una moneda antigua de metal, si le dabas a la campana con una moneda tuya se supone que tendrás fortuna, pero para mí que algún astuto monje se inventó el rollito ese para recaudar pasta.



Esta calle era una pasada, gente vendiendo antigüedades (originales y falsas), gente descansando, jugando al Mahjong, animales, niños corriendo. Un autentico pedazo de la vida cotidiana de los chinos.




Y para terminar el viaje no se nos ocurrió nada más que alquilar unas bicis y recorrernos los 14 Km de la muralla que rodea Xi'an (su casco antiguo).

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